
Recorrer 2254 kilómetros en Vespa desde Palermo, su ciudad natal, hasta Barcelona, donde en la actualidad regenta el restaurante 2254, marcó sin duda la forma de ver la vida de Nuncio Cona, quien durante su viaje, debido a la necesidad de encontrar un sustento económico, se adentró en el mundo de la gastronomía para convertirse en un auténtico amante de los fogones.
«Yo quería que mi restaurante me representara al 100%», señala Nuncio, con lo que cada uno de los elementos que conforman la oferta de este establecimiento tiene un porqué, un reflejo en la vida y las experiencias vividas por su propietario. «La cocina que hacemos no es italiana, de pasta y pizza, sino que es una cocina creativa, de autor, donde tiene mucha importancia el producto , a poder ser de cercanía, y en el que se fusionan las tres cocinas que he conocido durante mi viaje: la italiana, la francesa y la catalana o española». Para Nuncio, quien dice apostar por una cocina de «cocciones lentas y poco agresivas para potenciar el máximo posible el sabor del producto», uno de los grandes atractivos de este restaurante es que «el comensal puede comer cosas aquí que no va a encontrar en ningún otro sitio»