
Pintan bastos para la reina de corazones. A Isabel Preysler se le acumulan los quebraderos económico-judiciales. Al disgusto de que Mario Vargas Llosa apareciera en los «papeles de Panamá» o que los hijos mayores de Miguel Boyer le estén dando problemas con el testamento, se le suma ahora que Hacienda, en su caza de famosos para evitar la evasión fiscal, la esté vigilando. Según ha destapado la revista «Diez Minutos», Isabel Preysler está siendo investigada por la Agencia Tributaria, que le ha solicitado que presente «toda la documentación de los ejercicios comprendidos entre 1982 y 1985 para poder demostrar que está al corriente en sus obligaciones con el fisco». Al tratarse de una investigación en fase inicial, si ella demuestra que los pagos que hizo son correctos no tendrá de qué preocupase.