
Tras numerosas dudas con el calendario político, parece ser que los Reyes estarán hoy en el 80 cumpleaños de la Infanta Pilar en Mallorca. Después de despedir en el aeropuerto de Barajas a la delegación olímpica española, que partía con rumbo a Brasil, Felipe VI tomó ayer también un avión con destino a Palma, mientras Doña Letizia ponía rumbo a La Zarzuela. Don Felipe llegaba al aeropuerto balear de la forma más discreta posible, sin ser recibido por el delegado del Gobierno, ya que en estos momentos esa plaza está desierta y porque dicho protocolo, vigente con Juan Carlos I, se ha suprimido con el nuevo Monarca. Según llegaba, Don Felipe ponía rumbo al palacio de Marivent. La Reina llegará hoy con las niñas Sofía y Leonor y lo previsible es que el matrimonio acuda al 80 cumpleaños de la infanta Pilar en su casa de veraneo en la urbanización Sol de Mallorca en Calviá.
Las tradicionales vacaciones de la familia real durante el mes de agosto en Palma de Mallorca, requerirán este año de un perfil más bajo que el ya habitual debido a los vaivenes para la formación de Gobierno. Con dos elecciones, un ejecutivo en funciones desde hace más de siete meses y posturas aún enfrentadas para llegar a un acuerdo, durante las próximas semanas el Rey tendrá que estar atento a las reuniones para alcanzar a un pacto que evite unas terceras elecciones. No parece lógico que el Jefe del Estado vacacione mucho mientras tenemos un «país en funciones». De hecho, es prácticamente imposible por este motivo que los monarcas puedan ir a la inauguración de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, y veremos si a la clausura o alguna de las pruebas. De ahí el gesto inusual de ir a despedir a la delegación española al aeropuerto.
La agenda en la isla no será tampoco relajada. El lunes, a las 11 de la mañana, el Rey recibe a las autoridades de Baleares en el palacio de la Almudaina y por la tarde es previsible que posen para los medios de comunicación. Seguramente, como en los últimos casos, el posado con saludo a los periodistas tendrá lugar en el palacio de Marivent. El martes podría regatear en el barco de la armada, el Aifos, ya que hasta el entonces se celebra la 35ª Copa del Rey de Vela. El año pasado compitió cuatro días, pero a diferencia de este año, existía un Gobierno estable, no en funciones. En algún momento de la semana, Felipe retornará a su despacho de La Zarzuela en Madrid, mientras que Letizia podrá seguir disfrutando del «trozo de cielo en la tierra», como definió Don Felipe a Palma de Mallorca, con sus hijas y su suegra, doña Sofía.
Por otra parte, tanto Doña Letizia como Don Felipe han sido invitados el miércoles a la III edición de Mallorquines de Verano en el hotel Valparaíso Palace, un cinco estrellas situado a dos minutos del palacio de Marivent. Este año el homenajeado es Fernando Romay, que lleva 30 años vinculado a Mallorca. El sábado día 6 se espera que el Rey pueda repartir los premios de su competición de vela en el recinto de Ses Voltes, al pie de la imponente catedral de la ciudad y el domingo 7 lo previsible es que tenga lugar la tradicional recepción a las autoridades y a la sociedad civil de Baleares, en el palacio de la Almudaina. Finalmente, el 13 de agosto, si la situación lo permite, pondrán rumbo al lugar elegido para disfrutar de sus vacaciones privadas.
Lo sí parece seguro es que irán al cumpleaños de la I Pilar, una mujer acostumbrada a reunir a los suyos en estas ocasiones. Cuando cumplió setenta, sus cinco hijos le regalaron un coche, un Audi A8 que sustituyó a la tartana que conducía. Fue una sorpresa y es el coche que sigue utilizando a sus 80 (nació el 30 de julio de 1936, recién declarada la Guerra Civil, en el exilio de Cannes). Al tratarse de una cifra redonda, este año no habrá celebración inesperada. Ella misma es la encargada de organizarlo todo. Como ya lleva un par de semanas en Palma de Mallorca y no es amante de la improvisación, a principios de esta semana se acercaba a su mercado favorito, el de Santa Catalina, cerca del club náutico de Palma, donde acude habitualmente para aprovisionarse de viandas y nutrir a su numerosa familia, los cuales no suelen coincidir todos en el veraneo balear porque, aunque la casa es grande, con el aumento familiar no hay sitio para todos y para las tres personas de servicio que suelen facilitarle el descanso veraniego y que se encargan de cubrir las necesidades de jardinero, chófer, limpiadora y cocinera.
Puede haber dudas de última hora, como Letizia y Felipe, pero los que sí estarán confirmados y no fallarán son Simoneta, Juan, Beltrán, Fernando y Bruno, los hijos de la infanta Pilar. El último en llegar a la isla ha sido Beltrán Gómez Acebo, que lo hacía apurando las horas porque en Madrid se ha quedado su mujer Andrea Pascual y su bebé que, al nacer prematuro, aún está en la incubadora. Pero el pequeño está tan bien que la próxima semana recibirá el alta y ya se lo podrán llevar a casa. Sin embargo, de momento esta circunstancia ha impedido que su esposa pueda pasar el primer cumpleaños, desde que la infanta Pilar es su suegra, con toda su familia política. Otra ausencia destacable será la de la Infanta Margarita, que aún se recupera de la caída que sufrió en su domicilio y de la posterior operación de cadera. Por tanto, los Zurita-Borbón no acuden al cumpleaños de la primogénita de los Condes de Barcelona porque doña Margarita, «Margot» para la familia, se recupera estupendamente pero despacio en su casa de Madrid, donde vive junta toda la familia, el matrimonio Zurita y los dos hijos: María y Alfonso.
Quienes tampoco fallarán son los reyes eméritos. Doña Sofía y su hermana Irene llevan semanas instaladas en el palacio de Marivent y han sido habituales de las anteriores cenas de cumpleaños de doña Pilar, ya que al coincidir en verano y tener todos casa allí, tanto si organizaba cena en el jardín del chalé de la urbanización Sol de Mallorca, en la zona de Calviá, como si decidían celebrarlo en un restaurante de Puerto Portalls, doña Sofía (a quien la Infanta Pilar llama «Sofi» coloquialmente), que se lleva estupendamente con su cuñada, ha sido una habitual de las onomásticas. Igual que Samuel Flores o los Barreiros, que son vecinos y amigos desde siempre y suelen ser invitados a los cumpleaños de doña Pilar. Por su parte, el Rey Juan Carlos acabó su agenda oficial en Perú, a donde acudió a la toma de posesión del nuevo presidente, por lo que ha podido llegar a tiempo de celebrar con su hermana mayor su 80 aniversario.