
Unos celebran sus entregas de distinciones el 15 de octubre en el Real Club de Tenis. Los otros lo hacen el 21 en el Teatro Campoamor. Los dos organizan ceremonias y cenas de gala. El Cuerpo de los Nobles asturianos está abierto a todos los miembros de la corporación, premiados e invitados, mientras que los Premios Princesa de Asturias están restringidos a los Reyes, autoridades y galardonados. «La diferencia –aclara el canciller-secretario del Cuerpo, Manuel Luis de Bucesta y Álvarez– es bastante grande. Los Princesa de Asturias representan un concepto completamente distinto. Vendrían a ser como los premios Nobel y nosotros somos una asociación diferente, más humilde. Por otra parte, la Fundación Princesa de Asturias dota los premios económicamente, mientras que el Cuerpo de la Nobleza otorga una distinción en forma de placa y a las entidades no lucrativas, como a Mensajeros de la Paz del padre Ángel, les damos un donativo».
Los prestigiosos premios que se entregan en el Campoamor están presididos por los Reyes. Los de la nobleza asturiana, por un primo del Rey Juan Carlos, Francisco de Borbón Escasany, duque de Sevilla, «que asiste y participa en el 90 por ciento de las actividades. Siempre está bien tener a un Borbón en la corporación. Nosotros somos, por encima de todo, monárquicos y debemos lealtad a la Corona», afirma De Busceta.
Aunque entre la celebración de unos y otros tan sólo transcurren seis días, hay miembros que participan en ambas organizaciones. Graciano García, uno de los fundadores de los Princesa de Asturias, explica que no hay ninguna relación: «Es muy loable que los entreguen, pero nosotros no tenemos nada que ver con esos premios porque son unas distinciones que las dan unas personas con títulos nobiliarios. Le ruego que no nos mezclen», insiste. Además, confirma que este año tampoco acudirá la Princesa de Asturias a la entrega de los galardones. «Rotundamente confirmo que no vendrá la pequeña Leonor a la ceremonia de los premios Princesa de Asturias».