
Apenas lleva seis meses abierto y el Bar Ri se ha convertido ya en un punto de encuentro para los vecinos del barrio barcelonés de Sarriá. Su ambiente informal, la calidad de su oferta gastronómica, el trato y atención y la honestidad de sus precios han convertido a este establecimiento en un referente en la zona.
«Cuando pensábamos en cómo queríamos que fuera el restaurante, pensamos en algo muy para la gente del barrio, un sitio donde comer bien, como en casa de los padres, y a un buen precio», señala Guillermo Barri, propietario del establecimiento junto a su familia, quien señala que «aquí hay gente que viene a comer dos y hasta tres veces por semana». o que la gente quiere encontrar», explica Ninna Rusell, directora de márketing del grupo. Y es que al final, «la ubicación del local marca el tipo de cliente y éste, la personalidad del restaurante».